Los sitios de memoria con enfoque simbólico, como los parques y
monumentos abiertos, buscan transformar el dolor en un espacio de reflexión
colectiva. Optan por representar la ausencia mediante el arte, la naturaleza o
el silencio. Ejemplos de este tipo son el parque por la paz villa Grimaldi en
chile, el parque de la memoria en buenos aires y el memorial a los judíos
asesinados de Europa en Berlín.
En
contraste, los sitios de memoria con enfoque crudo conservan intactos los
espacios donde ocurrieron los abusos, para que la experiencia del visitante
confronte directamente la magnitud de la violencia. Estos lugares privilegian
el testimonio y la materialidad como recordatorio innegable de lo sucedido.
Ejemplos emblemáticos son Londres 38 en chile, auschwitz-birkenau en Polonia y
el museo del genocidio tuol sleng (s-21) en Camboya.